Este mièrcoles 24 de Julio a las 10:00h la Sra. Ariadna Gòmez ha realizado la lectura de la tesis doctoral titulada: “ Fatty acid profile and DNA Metylation in the placenta" dirigida por Dra. Judit Bassols Casadevall y Dr. Abel Bermejo-Lòpez.
Resumen de la tesis:
La obesidad, reconocida como una enfermedad crónica en 1997, no ha dejado de aumentar sus tasas en las últimas décadas. Actualmente, aproximadamente un tercio de la población mundial sufre sobrepeso u obesidad. Además, la obesidad se considera un factor de riesgo para otras enfermedades no transmisibles como la hipertensión arterial, la resistencia a la insulina, la diabetes mellitus tipo 2, la dislipidemia, la aterosclerosis, las enfermedades cardiovasculares y el hígado graso no alcohólico , las cuales contribuyen a una salud cardiometabólica comprometida ya una peor calidad de vida. Paralelamente, el aumento en la prevalencia de la obesidad infantil es también motivo de preocupación en la comunidad médica, puesto que está estrechamente relacionada con el debut de otras enfermedades cardiometabólicas que pueden persistir hasta la edad adulta. La exposición a un aumento de peso excesivo durante el embarazo está relacionada con complicaciones durante el embarazo, como el mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional, preeclampsia, disfunción placentaria o alteraciones en el crecimiento y desarrollo fetal. Además, también puede tener consecuencias a largo plazo influyendo en la salud cardiometabólica de la descendencia. Evidencia derivada de eventos históricos como las hambrunas, apoya la idea de que los estímulos recibidos durante la gestación pueden influir en una mayor susceptibilidad a desarrollar enfermedades a largo plazo a través de la programación fetal. La placenta, un órgano temporal cuya exclusiva función es sostener el embarazo y proporcionar oxígeno y nutrientes al feto, integra los estímulos recibidos durante la gestación. Utilizar la placenta como “proxy” del ambiente intrauterino podría proporcionar biomarcadores relacionados con la obesidad y riesgo cardiometabólico en la descendencia. En esta tesis, el análisis del perfil lipídico de la placenta proporciona evidencia sobre la abundancia relativa de los ácidos grasos placentarios en mujeres de la población general, donde los ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs, por sus siglas en inglés) representan el treinta por ciento de la composición total. La importancia del ratio de PUFA n-6/n-3 en la salud metabólica se evidencia a través de las asociaciones encontradas entre el ratio AA/EPA (15/1) y los parámetros de riesgo cardiometabólico de la descendencia a los seis años de edad. Por ejemplo, el peso-SDS, el IMC-SDS, el porcentaje de masa de grasa-SDS, la grasa visceral y el HOMA-IR. El estudio del transporte placentario de PUFAs a partir de la expresión combinada de las proteínas transportadoras de ácidos grasos (FATPs, por sus siglas en inglés) FATP-1 y FATP-4 (∑FATPs), revela asociaciones más robustas entre la ratio AA/EPA y los parámetros de riesgo cardiometabólico de la descendencia dentro del grupo con una mayor expresión relativa de FATPs placentarios (∑FATPs > percentil 50). Asimismo, este grupo incluye a las madres que experimentaron un mayor aumento de peso durante el embarazo. El aumento de peso excesivo durante el embarazo se asocia con la metilación diferencial de 104 dinucleótidos citosina guanina (CpGs), que anotan para 97 genes. Entre ellos, 4 CpGs que anotan para 3 genes (FRAT1, SNX5 y KCNK3), muestran asociaciones significativas con parámetros cardiometabólicos de la descendencia a los 6 años, entre ellos el Δ BW-SDS - BMI-SDS, el peso-SDS, el IMC-SDS, la relación cintura-altura, la grasa visceral y la grasa renal, ya sea a nivel de metilación del ADN o de transcripción génica.
En resumen, esta tesis destaca la importancia de la placenta en la integración de estímulos maternos durante la gestación y su potencial impacto en la programación del riesgo cardiometabólico de la descendencia; así como identifica marcadores placentarios (perfil lipídico y marcas de metilación del ADN) que se podrían utilizar como biomarcadores para predecir a aquellos niños y niñas con mayor riesgo de desarrollar obesidad y
alteraciones cardiometabólicas.