Una elevada presencia de ferritina en sangre (técnicamente, hiperferritininemia) podría constituirse como nueva enfermedad. De hecho, la ferritina predice el desarrollo de diabetes de tipo 2 de forma sólida, como se ha demostrado en cinco meta-análisis independientes. Este año, una revisión científica publicada en la revista Nature Reviews Endocrinology por un equipo internacional de especialistas, apoya aún más esta hipótesis, que fue descrita por primera vez hace 25 años en Girona.
El hecho de reconocer esta alteración como una enfermedad puede ayudar a diagnosticar a las personas que la padecen y, al mismo tiempo, encontrar formas de prevenir las diversas patologías asociadas a ellas, como la diabetes de tipo 2, enfermedades hepáticas y cardiovasculares.
La ferritina es una proteína involucrada en el almacenamiento del hierro en las células y en los tejidos, y también es un marcador de la inflamación. En 1998, una publicación en la revista Diabetes Care y liderada en Girona describía, por primera vez, que la ferritina plasmática era un componente del síndrome metabólico, y sugería que la acumulación de hierro podría estar implicada en la resistencia a la insulina. De esta forma, la detección de niveles elevados de ferritina en sangre puede servir como biomarcador para predecir el desarrollo de diabetes de tipo 2, la forma más común de esta enfermedad.
Además de la prevención de este tipo de diabetes, el descubrimiento tenía potencial para encontrar nuevos tratamientos de esta alteración. En 2002, el propio equipo impulsó un ensayo clínico en un grupo reducido de 32 pacientes de diabetes tipo 2, a los que se les propuso realizar tres donaciones de sangre para rebajar los niveles de hierro sérico.
"El ensayo demostró que esta 'donación de sangre terapéutica' tenía los mismos resultados beneficiosos que los fármacos disponibles en ese momento, y con efectos de larga duración", explica el Dr. José Manuel Fernández-Real, jefe del grupo de investigación en Nutrición, Eumetabolismo y Salud del Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI) y CIBEROBN. El Dr. Fernández-Real es también jefe de la sección de Endocrinología del Hospital Josep Trueta de Girona, investigador del Departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Girona, e ICREA Academia. Actualmente, los medicamentos que disminuyen los niveles de hierro son muy escasos.
Potencial para nuevas terapias
La nueva revisión publicada en Nature Reviews Endocrinology refuerza esta hipótesis surgida hace 25 años en Girona, y establece que las personas que presentan una alteración del metabolismo del hierro tendrían un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y de enfermedades hepáticas y cardiovasculares, independientemente de los factores de riesgo clásicos de estas patologías.
El equipo científico defiende la relevancia clínica que tiene el hierro y el potencial para diseñar posibles terapias que controlen sus niveles para poder reducir las complicaciones de los trastornos metabólicos asociados. Por todo ello, piden que se haga más investigación en este sentido: "La publicación propone líneas de actuación futuras para investigarlo más a fondo, ya que hay mucha evidencia científica, pero todavía quedan algunas lagunas", comenta el investigador. Esto serviría para establecer nuevas formas de diagnosticar esta nueva enfermedad y, también, para buscar nuevas terapias: “Si una persona enferma presenta la ferritina alta, se le podría aconsejar una dieta pobre en hierro o también proponer la donación de sangre de forma transitoria y muy controlada para rebajar sus niveles, pero esto aún debe demostrarse en futuros estudios a gran escala dirigidos a evaluar este hecho”, sugiere el Dr. Fernández-Real.
Article de referència: https://www.nature.com/articles/s41574-023-00807-6
DOI: https://doi.org/10.1038/s41574-023-00807-6